sábado, 24 de diciembre de 2011

Soñando con la libertad pero sigo preso.

Todos tenemos una condena con la que arrastramos, solemos pasar la mayor parte de nuestra vida en libertad condicional.
Siempre somos presos de algo.. de una hipoteca, de un ser querido, de un trabajo, de un sentimiento, de un sueño...
A mi alrededor veo a la gente sollozar con su pena colgando de su tobillo izquierdo, a veces tambien,incluso, en el derecho.
La falta de prudencia, o de locura. La falta de vida. El ritmo frenético. La rutina.Las idioteces a las que les dedicamos la mayor parte de nuestra vida. Escoger. Hacer un reparto proporcional entre lágrimas y sonrisas. Intentar no culpar a los demás de tu fracaso. La pérdida de aprendizaje tras unas mil caídas, que de tanto caerte dejan de ser beneficiosas para ser un vicio circuloso,un sinsentido.

¿Mi mayor miedo? llegar un día ,después de muchos años, a la cama, repasar la jornada y ver que nada de lo que hago tiene sentido, que escogí la dirección incorrecta, guiándome por lo que querían los demás y sin tenerme en cuenta a mí, mirar mis arrugas, contemplar el paso del tiempo en mi cara, pero sentir que los segundos llevan congelados desde hace muchos siglos, el momento en el que dejé de ser coherente con lo que sentía, en el momento que dejé de vivir, para solamente fluir y dejar que el mundo me moldease a su antojo, en vez de resignarme e imponerme. El momento en que la vida parecía tan cruel conmigo y me dejé caer en un largo y continuo letargo donde nada es lo que parece, nada es verdadero y veo lo que quiero ver.