Huí, huí de las calles, de las personas, de la ciudad que traían tu recuerdo hacia mí, como un imán. Ahora, al estar lejos, es todavía mucho más intensa esa atracción. Quizá el remedio sea verte de frente y ver que te muestras indiferente ante mí.

A veces imagina ver su vida ajena a ella, sabe que no es la primera vez que ve esas caras, que escucha esa risa, que recorre esas calles. Pero se le antoja todo ello de foráneo. Finge. Muestra esa sonrisa que tan bien se le da.

Tiene esa pose de misántropa que no va nada con ella, realmente necesita a alguien , aunque sea a Nadie.

Necesita desgarrar las paredes de la casa, hacer maleta continuamente, vivir en una huida constante. Necesita un manifiesto inmediato de esa rabia contenida, de ese dolor abusivo.
No puede.
No puede porque tiene que estar atento a lo que realmente quiere ser que a lo que es.

Eres un ser inerme : lloras, ríes, follas, sientes...como todos,por mucho que quieras destacar no destacando. E ignorar todo esto sería un error.