HUMO

Los sueños al igual que las palabras... son humo.
Ojalá pudiera atrapar esas palabras que calan tan dentro, esas palabras que pasan un segundo por tu mente tan bellas como el cielo nocturno del verano pasado.Meterlas todas en un bote, y mezclarlas junto el peor de mis sueños y juntos crear la pócima que me ayude a salir de este pozo.
Con el agua al cuello, intentando pedir ayuda a gritos y solo salir un finísimo hilo de voz, y cuando al fin pueden emitir un tímido sonido mis cuerdas vocales, me encuantro a mí misma o una copia, ya no se muy bien que soy, sola despierta en mi habitación sólo oigo el eco de mis miedos.
Ojalá la vida fueran solo palabras, palabras... y que sólo se queden en eso, que sólo se apreciase su bella escritura o sonido, independientemente de su sentido.
Quizá con un poco de suerte quitándole sentido a esas palabras que a veces pesan tanto, mi vida cobraría el sentido que llevo buscando tanto tiempo.
Ojalá estas palabras sólo se quedasen en el delirio de una loca solitaria. Pero machacan mi cabeza hasta hacerla un laberinto del cual no puedo salir, del cual no quiero salir, porque la sodomania me creo un amargo vicio al igual que el humo que exhalas en cada calada de tu cigarro, tus suspiros, tus silencios me crearon la maldita adicción de la que siempre seré presa. Tener que depender de algo, tener adicciones, me hace sentir menos posesiva conmigo misma. Siento que me pierdo en los vicios. Mirar tus ojos color verde amarronado. Cuando decía que te quería, porque era de verdad, porque salía sólo. Porque era un impulso de mi corazón que tenía que salir por mi boca. A eso me refiero con las palabras pesadas. No las quiero. Quédate los te quieros, los quiero olvidar, quiero dejar de vivir atada a ellos. Quédate con todos sus significados, dubitativos, connotativos, exclamativos, imperativos o lo que coño significasen para ti. Para mi lo eran todo. TODO. Y tu los tiraste al suelo, los pisaste como si nada
No hay muerte más dulce y dolorosa que vivir atada a un recuerdo.
No quiero recuerdos bonitos, me hacen más daño que los malos, ya que ellos tuvieron una solucion en el pasado. Pero a algo bueno no hay que buscarle la solución.