¿ Por qué intentamos ser auténticos, reales ... nosotros mismos ?
Cuando realmente nuestra esencia se va perdiendo en el transcurso de nuestra vida, se infecta de experiencias, de anuncios publicitarios, de gustos que nos impusieron desde pequeños, se contagia de los demás, cada persona que haya tomado parte en un minisegundo de nuestra vida influye en nuestro comportamiento, en nuestra forma de ser y pensar.
¿Entonces la auntenticidad es una invención?
A pesar de eso, siempre quedará una mínima marca de nuestra identidad, de nuestra alma.
La solución probablemente sería una purificación, no total ya que sería imposible el virus casi va metido en nuestros genes. Limpiar los rastros de errores pasados, aprender de ellos, tirar por la ventana prejuicios arrastrados como un condenado arrastra su culpa. Cortar el cordón umbilical que nos une a la pompa que nos alimenta de mentiras piadosas y nos impide ver la realidad, la raíz que nos une a un progreso cada día más decadente. Recuperar esa esencia y que no se pierda, que perviva, que nos permita ser peculiares y no simples clones sacados de los moldes de un consumismo, de una sociedad individualista,fría y con valores de hojalata.
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